Están fabricadas con espuma de poliuretano viscoelástica (también llamada "memory foam")
Su principal función es redistribuir la presión que se ejerce sobre esta área cuando una persona está inmovilizada por largos períodos, ya sea en cama o en silla de ruedas.
Al redistribuir el peso, evitan la compresión prolongada de los vasos sanguíneos que irrigan la piel y los tejidos subyacentes, lo que previene la isquemia (falta de riego sanguíneo) y, por ende, la formación de escaras. Además, suelen ser transpirables para evitar la acumulación de humedad, lo que también contribuye a la salud de la piel.
Prevención efectiva: Ayudan a evitar la aparición de escaras en una zona de alto riesgo.
Comodidad: El material adaptable suele ser confortable para el paciente.
Higiene: Muchas son lavables o cuentan con fundas removibles para facilitar su limpieza.
Durabilidad: El poliuretano es un material resistente al uso continuo.
En resumen, son un elemento crucial en el cuidado de pacientes con riesgo de desarrollar úlceras por presión, contribuyendo significativamente a su bienestar y a la prevención de complicaciones graves.
